Una genuina Princesa Disney tiene detrás tantos apaños estéticos como las fotos de Madonna. Desde que el ubicuo programa de retoque fotográfico, Photosop, entró en nuestras vidas, las mujeres tenemos los brazos un 25% más largos, las piernas separadas una de la otra medio palmo, y piel de bebé hasta la jubilación. “Me gustaría parecerme más a Cindy Crawford”, dijo la actriz refiriéndose a la imagen que aparecía de ella en revistas y campañas publicitarias después de pasar por el “taller de retoque”. A mí, la verdad, también me gustaría parecerme a la Crawford. Pero el juego de ilusiones que permite Photoshop tiene su afilada cara B.
Desde hace unos años, la sensibilidad con las imágenes de mujeres híper retocadas hizo que se iniciaran diversas campañas en contra de su uso. Body Confidence, un proyecto del Ministerio de Igualdad en las escuelas públicas británicas, entró en las aulas para desvelar el truco, y mostrar a las famosas con su celulitis y sus arrugas naturales. Uno de los temas que trataban era: “¿Sabías que mirar revistas durante 60 minutos baja la autoestima de más del 80% de las chicas?”.
Adolescentes americanas batallaron para que las revistas Teen Vogue y Seventeen (las más vendidas) renunciaran al uso de Photoshop. Boggie, cantante húngara, acaba de arrasar con el vídeo de Parfüm, en el que muestra el paso a paso del Photoshop modelando su rostro. La canción habla de lo importante de aceptar la naturalidad de cómo nos vemos. Y lo último es la propuesta de una fundación norteamericana que propone crear La Ley de la Autoestima. Una normativa que regularía el retoque digital de modelos, actores y actrices en revistas y anuncios.
Estas imágenes de las princesas más populares no habrían tenido nunca el aprobado Disney. Es solo un juego, pero resulta curioso descubrir cómo serían las princesas sin pasar por el pincel fácil del Photoshop.
ARIEL
CENICIENTA
AURORA
TIANA
La foto de “Homínidas”, arriba. És photoshop ? o real ?
Con photoshop me habría puesto tacones!!