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La hormona del amor se vende sin receta. ¿Me la compro?

Desde hace unos años, se comercializan sprays de oxitocina pura. Liquid Trust! (confianza líquida) es uno de los que se puede comprar por internet.  Pero hay muchísimos más, de venta en herbolario y por Amazon. No sé si me pierdo algo por no rociarme de pies a cabeza, o si son un timo hormonal. Así que he preguntado a Manuel Martín-Loeches, profesor de psicobiología de la UCM y neurocientífico cognitivo, antes de pagar los 30 euros que cuesta el frasco pequeño, que contiene la promesa de amor, afecto, y buen rollo desde la primera inhalaciónb. Adelanto que Martín-Loeches, hombre sabio, me quitó las ganas de comprar seis cajas.

Lo primero interesante es que el efecto de la oxitocina, administrada como spray nasal y no en la piel, tiene base científica. Estos son los  beneficios que se le han atribuido en diversos estudios serios:

  • La administración por vía nasal de oxitocina hace que confíes más en los desconocidos, según un trabajo de investigadores suizos publicado en 2004.
  • Estimula el contacto entre las parejas y ello repercute en la buena relación sentimental.
  • En el ámbito médico se conoce también como la hormona del apego o del abrazo, y se sintetiza en grandes cantidades durante el embarazo.
  • Mejora la confianza en uno mismo en contextos sociales y combate la timidez según investigadores de la Universidad Concordia de Montreal (Canadá).
  • Potencia los buenos recuerdos de los hombres sobre el afecto de sus madres durante la infancia, según un estudio publicado en PNAS.
  • 8. Las mujeres con más oxitocina se divorcian menos. ¡Qué cosas!

La sensación es que en los laboratorios han cercado a la hormona perfecta. Con esta base, los sprays que prometen confianza en uno mismo y el amor eterno se ofrecen en el mercado de internet sin trabas. Y bien, ¿me lo compro? Planteo mis dudas a un reconocido neurocientífico español, Manuel Martín-Loeches:

Duda 1: ¿Cómo andaré yo de oxitocina?

Pregunta:  ¿Se puede ver en un análisis de sangre? ¿Hay unos niveles medios de oxitocina y gente que está por encima o por debajo de esos niveles?

Respuesta: Efectivamente, se conocen sus niveles mediante análisis de sangre. Se deja una vía abierta y fija, y se van tomando muestras cada ciertos minutos o en momentos críticos. Ya sé que suena un poco farragoso, pero es así… Claro que hay unos niveles medios, pero la gente varía, y hay quién está por encima y por debajo de esos niveles medios. En la misma gente aumenta o disminuyen sus niveles según lo que ocurra en su vida.

Duda 2:  ¿Lo habré heredado de mi madre? 

Pregunta. ¿Hay gente que tiene más oxitocina de forma natural? ¿Tiene que ver con los genes? ¿Depende de que seamos más o menos felices? ¿Ambas cosas a la vez?

Respuesta: Parece que hay una buena contribución genética. De entrada, la especie humana tiene niveles más altos que otros primates, por ejemplo los chimpancés. Igual les pasa a algunos ratones, que hay algunos más sociales y más monógamos, como especie, con niveles medios de oxitocina más altos. Hace un año o algo más salió un artículo donde se comprobaba que había algunas variantes genéticas que conllevaban mayores o menores niveles de oxitocina, pero –como todo- dependiendo del tipo de vida que uno lleve, de los logros alcanzados, etc, la oxitocina puede variar. En ese estudio se vio que mujeres con la variante que implicaba menos oxitocina eran más propensas al divorcio.

Duda 3. ¿Si voy al trabajo en bici, tendré más oxitocina?

Pregunta: ¿Practicar sexo, hacer deporte, o comer chocolate hace que produzcamos más oxitocina?

Respuesta: Ciertas actividades diarias como las que señalas aumentan los niveles de oxitocina de forma natural. A su vez, partir de niveles altos de oxitocina fomenta ciertas conductas que hacen que generemos más oxitocina y nos sintamos mejor. Es como una pescadilla que se muerde la cola.

Duda 4.  ¿Me compro el spray?

Pregunta: Ya hay sprays de oxitocina a la venta. ¿Sirven para algo? ¿No son como un fármaco?

  • Respuesta: Evidentemente tendrían que regular esto, claro que son como un fármaco. Escribí un artículo para El Cultural en el que critico ese descontrol, pues estudios recientes cuentan que los excesos de oxitocina también traen malas consecuencias, como sentirse “hipersensible” a mensajes sociales, de manera que se podría uno volver hasta paranoico.

El consumo de esta sustancia puede hacerte “especialmente sensibles” que puede llevarte incluso a situaciones de dependencia emocional. Parecía la droga perfecta, pero habrá que seguir investigando.


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