(fotos e información de Survival)
© Salomé/Survival
Los padres bakas pasan aproximadamente la mitad del día cerca de sus bebés, y a veces incluso ofrecen sus pezones para que el niño los chupe cuando llora y la madre u otra mujer no están disponibles. “No es nada raro despertar en la noche y escuchar que un padre le está cantando a su hijo”, explica el antropólogo americano Barry Hewlett, que ha vivido con los bakas durante años.
Los bakas son conocidos también en el congo por los nombres de Bayaka (Bebayaka, Bebayaga, Bibaya), son un pueblo perteneciente a las tribus pigmeas.
© Domenico Pugliese/Survival
Se desplazan de noche por la selva amazónica con antorchas de resina. Son los awás, sumamente amenazados, uno de los dos únicos pueblos indígenas nómadas y cazadores-recolectores que quedan en Brasil.
Los awás esperan a que sus hijos alcancen la edad en la que se presenta un nombre adecuado antes de decidir cómo se llamarán. Tienen un estrechísimo contacto con otras especies, sobre todo monos. Las mujeres awás dan de mamar a crías huérfanas de monos y de otros animales, como el agutí, un roedor de América del Sur. Conviven con ellos como parte de la familia.
© James Morgan (https://jamesmorganphotography.co.uk)/Survival
Un niño con gafas submarinas de madera hechas a mano se agarra de la cola de un tiburón nodriza pardo que le arrastra a través de las aguas superficiales del Mar del Sur de China. Los bajaus de Sabah, Sulawesi, pueden sumergirse hasta 20 metros de profundidad para la caza de peces, perlas y pepinos de mar en el fondo submarino. Están sumergidos un 60% del tiempo que pasan en el agua, casi tanto como las nutrias.
Los mongoles se definen a sí mismos como el pueblo de los cinco animales: caballos, ovejas, cabras, camellos y ganado. A menudo se enseña a los niños a montar tan pronto como empiezan a caminar, en monturas de cuero con grabados en plata que se traspasan de generación en generación. Durante el festival de naadam, niños de solo cinco años recorren en caballo, sin montura y descalzos, hasta 30 km de la estepa de Mongolia.
© Alastair McNaughton / www.desertimages.com.au
En el calor resplandeciente del desierto del centro australiano, los niños aborígenes pitjantjatjaras dan volteretas y giran en una exhibición de sus habilidades acrobáticas. Son un pueblo aborigen australiano que vive en los desiertos occidentales de Australia Central, entre el noroeste de Australia Meridional y la frontera del Territorio del Norte, al sur del lago Amadeo. Se llaman a sí mismos anangu, que significa probablemente ser humano o persona en idioma pitjantjatjara
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